Anton Chejov (1860-1904)

 

Dramaturgo y escritor ruso. Es una figura de gran importancia de la literatura rusa. Hijo de un comerciante pobre y nieto de un siervo, nació en Taganrog, donde realizó sus primeros estudios. Posteriormente estudió medicina en la Universidad Estatal de Moscú. Ejerció brevemente, y simultáneamente, publicaba relatos y escenas humorísticas en revistas. Debido a su éxito pronto se dedicó plenamente a la literatura. En 1886 apareció su colección de escritos humorísticos Relatos de Motley, y al año siguiente Ivanov, su primera obra de teatro. En 1884 comenzó a padecer seriamente de tuberculosis, enfermedad que le acompañaría toda la vida y que le obligaría a vivir como un nómada en busca de tierras cálidas. En 1890 visitó la isla Sajalín, en la Costa de Siberia, donde estaba establecida una colonia penitenciaria. Esta visión le afectaría enormemente y condicionará toda su vida. Tras esta visita publicará La isla de Sajalín, un informe sobre la forma penosa de vida en dicha isla y que provocará que se nombre una comisión estatal para reparar los abusos que se cometen contra los presos.
Posteriormente (1892) fija su residencia en Melihovo, dedicándose a la educación y a la labor médica (de forma gratuita). Es en esta época cuando escribió la mayor parte de sus narraciones y textos teatrales. Pero su enfermedad le obligará en 1897 a trasladarse a Crimea, donde el clima es más cálido, y a pasar largas temporadas en balnearios europeos. En los últimos años del siglo conoció al actor y productor Stanislavski, director del Teatro de Arte de Moscú. Esta amistad de dramaturgo y director de teatro, le reportó a Chéjov la posibilidad de representar varias de sus obras: La gaviota, con la que cosechó grandes éxitos, El tío Vania, Tres hermanas y El jardín de los cerezos. Asimismo cosechó grandes éxitos con narraciones humorísticas como Mi vida, Relatos de un desconocido, El monje negro, etc. En 1901 contrajo matrimonio con Olga Knipper, intérprete en varias de sus obras dramáticas. Murió el 2 de julio de 1904 en el balneario de Badenweiller, en Alemania. Su obra le ha otorgado el merecido titulo de maestro del relato. A él se debe, entre otros, la forma moderna del relato, en el que el estado de ánimo influye profundamente en la obra. Korolenko definió la atmósfera creada por Chéjov en sus narraciones como "el estado de ánimo de un alegre melancólico". Utiliza temas de la vida cotidiana, en particular se centró en retratar la vida rusa anterior a la revolución de 1905. Si bien, cabe decir, que existe un nexo entre el Chéjov joven e irreflexivo de la adolescencia (preocupado por la recopilación de anécdotas curiosas destinadas a su colaboración en revistas humorísticas), y el de la madurez, inquieto, sin saber dónde detener su mirada de autor. Dentro del teatro ruso se le considera como representante del naturalismo, y en sus obras, al igual que en sus relatos, se fija en el fracaso de una sociedad feudal que se iba poco a poco quedando obsoleta. Desarrolló la "acción indirecta", técnica creada por él con la que intenta dar más importancia a lo que ocurre fuera de escena, dejando a la imaginación y la sensibilidad ideas y pensamientos que sólo han sido sugeridos. En un primer momento, sus innovadoras técnicas no fueron entendidas y tuvo que ver cómo eran rechazadas sus obras, pero posteriormente fueron aceptadas por los dramaturgos y los espectadores, llegando a tener un gran éxito en su época.